Nuestro cuerpo está hecho de los mismos nutrientes que se encuentran en los alimentos que consumimos y requiere de unos niveles adecuados de dichos nutrientes para garantizar el correcto funcionamiento del organismo. Un nutriente se define como: “el o los compuestos de los alimentos necesarios para las funciones del organismo, incluyen: lípidos, carbohidratos, proteínas, vitaminas, minerales y agua.” (Velasquez, 2006; 3). La implicación es directa: todo lo que comemos se convierte en parte de nosotros.
Entonces, es el alimento, en términos biológicos, el que asegura la supervivencia, suministra energía y nutrientes al organismo, en términos sociales, un motivo para la compañía, el placer y el deleite (Velásquez, 2006; 3). La función biológica del alimento nos obliga a exigir alimentos de calidad; la función social, espacios confortables y sabores exquisitos. Por lo tanto, la forma de satisfacer ambas, la biológica y la social, describe parte de tu esencia como persona.
El suministro de energía que proveen los alimentos es requisito del cuerpo para realizar las acciones de caminar, correr o todas aquellas que impliquen contracciones musculares o trabajo corporal y, son las calorías la medida de dicha energía. Así, dependiendo de la edad, el sexo, la actividad física, el crecimiento y la temperatura muscular, podemos determinar cuanta energía necesitamos de los alimentos. Por ejemplo, una rápida estimación para una mujer de 28 años de edad con una actividad física de menos de 30 minutos diarios, presenta un resultado que se basa en un patrón de consumo de 2.000 calorías diarias. Sin embargo, nuestro plato típico, la bandeja paisa, clasificado como hipercalórico por diferentes nutricionista, contiene entre 1.800 y 2.000 calorías, prácticamente el total de calorías diarias que requiere una persona promedio, que, según la FAO (Organización de la Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) es 2.597 para los colombianos; así, el consumo de una bandeja paisa en el almuerzo te satura de energía que pasa a convertirse en grasa, y probablemente no obtengas la gama de nutrientes que tu organismo necesita para estar sano..
La acumulación paulatina de grasa debido a los excesos de calorías en el organismo se convierte en obesidad la cual, más que un problema social se considera una enfermedad. “La OMS dictaminó que por lo menos 20 millones de niños, menores de cinco años, padecen de sobrepeso y obesidad en el mundo” (El Colombiano, 2008). En 1995 el porcentaje de mujeres colombianas con sobrepeso era de 31%, en el año 2000 el porcentaje aumentó a 41%, actualmente, la obesidad, más grave que el sobrepeso, afecta al 49% de la mujeres y el 39% de los hombres y es la causa directa del 58% de la Diabetes, del 21% de enfermedades de corazón y del 8% de diferentes tipos de cáncer; dichos argumentos fueron el soporte para radicar la iniciativa del proyecto de ley en el congreso de la república el 24 de septiembre de 2007 en el cual se pretende considerar la obesidad como un problema de salud pública en Colombia. Si gran parte de las manifestaciones patológicas prevenibles se deben a la adopción de modos de vida no saludables, principalmente dietas desequilibradas y bajo consumo de frutas y verduras, se confirma que eres y serás lo que comes.
Por supuesto que la relación entre dieta y salud es difícil de agotar con unas pocas líneas y si bien, la vida no tiene garantías de permanencia en ella, por resultados de diversas investigaciones aquellas personas que siguen una dieta saludable, realizan actividad física regularmente y mantienen un peso favorable, tienen menos probabilidades de enfrentar problemas graves de salud (Hark y Deen, 2007; 26).
PIENSA… ELIGE
MEJOR NATURAL.
Bibliografía.
Hark, Lisa y Deen, Darwin (2007). Nutrición para la vida: la máxima guía para comer adecuadamente y estar sano. Publicado por periódicos asociados Ltda. Colombia.
Menos dulces y más proteínas. En: EL Colombiano. Miércoles 13 de febrero de 2008. Sección 4d. Medellín.
Velasquez, Gladys (2006). Fundamentos de alimentación saludable. Editorial Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia.
FAO (Organización de la Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) 1997. Perfil nutricional de Colombia.